Sábado en la tarde, voy a una reunión con mayoría de desconocidos, la primera desde que dejé de mirar hombres. "Voy a ver qué tal están las chicas", pienso. Desilusión, no hay mujeres (ad)mirables en la mentada junta. Rato más tarde, espiando una conversación ajena, escucho "pero esa mina es lesbiana, no?", "tiene toda la pinta", y me pregunto quién será esa mina y cuál será esa pinta.
Sábado en la noche, cervezas con amigos. "Ahora son todas lesbianas" dice uno de ellos. Quiénes serán todas y dónde estarán, me pregunto yo.
Domingo en la mañana, en la micro de vuelta a casa. Miro hacia afuera y veo "Lesbianas, feministas a marchar".
Y entonces entiendo. No es que el lesbianismo esté de moda y entonces aparezca en conversaciones y carteles. No es la sabida selección de la atención que hace que cualquier cosa en la que estemos interesados nos aparezca repentinamente más atractivo y se vea como si fuera lo que más hay. Es otra cosa. Es el llamado, uno que me hace preguntarme cuánto tiempo más hasta salir del closet, cuánto tiempo hasta poder llamarme lesbiana.
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Sometimes is very dificult...but let it be...
ResponderEliminarThe call of the wild?
ResponderEliminarme gustó mucho esta entrada. Mucho!
Y es demasiado fácil identificarse con ella.
Yo sólo podría agregarte... Go for it!
gracias por pasar por mi blog :)
un abrazo,
Consu.
Hola guapa!..
ResponderEliminarMe he topado con tu blog y me ha gustado bastante!!.. Te vas directo a mis links, espero no te moleste!!..
Saludos y te sigo leyendo!