Ayer vino a mi casa. A almorzar, a dejarme el computador. Y terminó yéndose a las 9 de la noche. Lo extraño es que las horas pasaron como si hubiera sido antes. Rápido y sin prisa. Comer, hacer las cosas cotidianas, conversar. Mis amig@s me repiten, una y otra vez, que tengo que dejar de verla, que es mejor cortar, que después es más doloroso, etc. Y yo, que la extraño horrores, me siento mejor viéndola, hablándole, que pensándola lejos y sin saber nada de ella.
Tal vez me conformo con migajas, tal vez no me resigno a perderla, pero diablos! seguimos teniendo tan buena conexión, se siente tan bien si la tengo a mi lado. Sí, soy una pelotuda.
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Eres del taller y no sé quien eres realmente xD. Pasó alago muy extraño, porque le conté a mi polola que me había encontrado alguien del taller y bla y le mostré tu blog y me dijo ah yo antes le leía harto y parece que nos hemos comentado El mundo es un pañuelo.
ResponderEliminarNos vemos el lunes
Muchas veces nos pasa eso.. la verdad.. es mejor tener un segundo a su lado a no ver nunca mas a esa persona (me gusto leer-te)
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